martes, 23 de octubre de 2012

Con Unidad Construyendo lo Popular



En nuestra universidad desde hace varios años se vienen aplicando políticas restrictivas y privatistas, que limitan el acceso y la permanencia de miles de estudiantes que cursamos en las aulas de la UNT. Ejemplo de ello fue que a principio de año, mientras iniciábamos el cursado del periodo 2012, nos dimos con la noticia que el Rector de la Universidad había resuelto imponer un elevado costo a distintos trámites académicos y administrativos. Acompañando medidas como esta, los actuales índices de deserción estudiantil siguen resultando alarmantes luego de 8 años de gestión; no se redujeron significativamente los porcentajes de la misma, en el primer año de ingreso a la universidad, encontrándose algunas facultades con índices del 80% y 70%. Ello se ve agravado si tenemos en cuenta que estos porcentajes son casi similares al periodo 2001 y 2002, periodo de gran crisis económica en nuestro país.
Por su parte el gobierno nacional tampoco cambio el rumbo de estas políticas que se aplicaron durante los 90, ya que sigue intacta le Ley de Educación Superior de Menem y se sigue favoreciendo el vaciamiento de nuestros planes de estudio, mientras se diseminan los post-grados y especializaciones pagas que representan un negocio redondo para las corporaciones educativas. La sinfonía fina K no deja afuera a la educación superior, nuestra Universidad desde Abril solo recibe los fondos necesarios para pagar sueldos, mientras que somos los estudiantes los que pagamos el costo de los triángulos del poder protagonizados por el gobierno-alumbrera-rectorado. Ello se utiliza como variable de presión política pero también como forma de ajustar bajo poncho la educación. Por su
parte la elevada inflación, negada por el INDEK, termina por licuar los ingresos que tenemos miles de estudiantes que debemos salir a trabajar en laburos mal pagados, en negro y que se extienden en largas jornadas.

Las Penas son de nosotros, los negocios son ajenos

A lo largo del año los estudiantes tuvimos que sufrir las consecuencias de los negocios del actual poder político universitario: la escuela de Agricultura con su deplorable estado académico y edilicio; la Escuela de Bellas Artes con su falta de control sobre las asistencias docentes y su manoseo edilicio; el conflicto con los Docentes por sus regularidades y estabilidad laboral, que nos tuvo todo un cuatrimestre sin clases siendo el movimiento estudiantil carne de cañón de la falta de llamados a concursos que hay en la UNT; los estudiantes de los llamados “planes viejos” que año a año luchan para que les permitan continuar sus estudios y no se los deje afuera de la oferta educativa.
Todos estos ejemplos son testimonio de que hay un problema más estructural en nuestra universidad que hay que transformar y discutir, porque seguimos siendo los estudiantes los que terminamos resintiendo nuestros estudios para que unos pocos grupos hagan negocios. Resulta curioso preguntarse porque los estudiantes de la agricultura tienen que andar exigiendo fondos y espacios para cumplir con su curricula académica, mientras a metros tienen 75 hectáreas que son arrendadas con el único objetivo de generar “ingresos” a la UNT.

Nacimos para Unir, Luchamos para Vencer

Las distintas organizaciones estudiantiles del campo popular tenemos que seguir con la ofensiva política que hemos logrado en este último tiempo, ganando espacios de representación y construcción política comunes. A principio de año fuimos capaces de bloquear las aspiraciones de la corporación universitaria encabezada por Cerisola, que intento dejar afuera de los consejos directivos a las organizaciones que fuimos en un frente electoral conformado por SUR-LD-PUL-CEPA-ALDE. Muchas maniobras y picardías intentaron hacer para “Dibujar” que en la UNT el movimiento estudiantil acompaña y convalidad las políticas restrictivas del rectorado. Tuvimos la acertada lectura de saber
detectar el objetivo principal y golpear juntos contra el cerisolismo acompañado con sus aliados peronistas y radicales que hoy levantan la mano en los centros de estudiantes y los consejos avalando “la gestión”.
Esta correcta lectura nos llevo a debilitar políticamente a las representaciones estudiantiles del rector: ganando dos Facultades (Psico y Artes); consolidando un lugar en el Directivo en Derecho; y quedando a muy poquito de ganar un Consejero en Filo, sin descartar haber podido ganar ampliando el marco de unidad. Fuimos capaces de instalar una propuesta política vertebrada por fuera de las estructuras tradicionales obteniendo representación propia de los sectores progresistas y de izquierda, discutiéndole la pretendida hegemonía política que tanto dicen tener en el movimiento estudiantil los amigos del rector virtual. En sisntesis podemos asegurar que mellamos las aspiraciones del poder universitario disputándoles y ganandoles espacios políticos, dejando demostrado que existe una oposición política al Rector y que la UNT no es una isla cerisolista.
Desde el principio el objetivo, lejos estuvo de ser testimonial; sino que al contrario entre las distintas fuerzas siempre tuvimos claro ver hacia donde tenía que ir dirigido el golpe principal y que no debíamos quedarnos en declaraciones ni palabreríos, sino que había que recuperar estos espacios de representación para desde ahí también cuestionar las políticas universitarias. Plantando ante los estudiantes voces que busquen multiplicarse en los espacios de representación y co-gobierno universitario, sin regalarle casilleros a la derecha en la UNT. Todas les estrategias o propuestas que no colaboraron en esta dirección, fueron totalmente funcionales a la estrategia política del rectorado que unifico sus agrupaciones buscando dividir todo espacio opositor y sobre todo a las fuerzas progresistas y de izquierda.
En distintas Facultades de la UNT se acercan las elecciones de renovación de autoridades de los Centros de Estudiantes, y con ello se abren de nuevo las posibilidades para que los sectores progresistas y de izquierda recuperemos estos órganos de representación gremial. Debemos tener la ofensiva de construir una alternativa política que vaya adquiriendo mayor amplitud y peso político, siendo capaz de recuperar los centros de estudiantes para ponerlos al servicio de nuestros intereses, recobrando el poder de veto que tiene el movimiento estudiantil para debilitar las aspiraciones de aquellos que quieren hacer de nuestra universidad una isla para pocos. No tenemos que regalarle una derrota al movimiento estudiantil, mas aun cuando existen las condiciones para mellar la construcción política que sostiene al rectorado; no avanzar en este sentido terminara por debilitar la acumulación de fuerzas del movimiento estudiantil para seguir peleando por un Comedor Estudiantil, por mas inclusión para que miles de pibes y pibas que hoy no pueden ingresar a la universidad lo puedan hacer, para poder conquistar los derechos que algunos se encargaron de voltear, siendo las principales corporaciones políticas estudiantiles (FM-PJ) las mayores beneficiadas y las que se queden con los principales órganos de representación estudiantil.

En este sentido Ni Un Paso Atrás para Construir Poder Estudiantil y seguir avanzando con unidad por una Universidad Publica, Nacional, Latinoamericano y Popular.


MovimientoUniversitario SUR
Construyendo Poder Estudiantil

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