Pablo Neruda
Este 24 de Marzo se cumplen 32 años de la última Dictadura Militar, aquella que violó los derechos humanos, que dejó 30000 compañeros desaparecidos, que obligó al exilio a miles de personas, que dejó una estructura económica desarticulada y una sociedad reprimida.
El 24 de marzo de 1976 Isabel Perón fue detenida y trasladada a Neuquén. La Junta de Comandantes integrada por el Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier Gral. Orlando R. Agosti, asumió el poder. Se designó como presidente de facto a Jorge Rafael Videla, y se dispuso que la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea compondrían el futuro gobierno. Así se dio Comienzo al autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”
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José Martínez de Hoz fue designado Ministro de Economía y responsable civil de llevar adelante el acuerdo perpetrado por militares, la Sociedad Rural y los Estados Unidos con el fin de desarticular todo el aparato productivo estatal. El 2 de abril anunció su plan para contener la inflación, detener la especulación y estimular las inversiones extranjeras. Este plan incluyó la apertura de las fronteras económicas con el objeto de favorecer a las empresas multinacionales, provocando la destrucción de las pequeñas y medianas empresas nacionales (que sustentaban económicamente a una parte muy importante de la población) dejando a muchos argentinos sin trabajo y un creciente endeudamiento del país (producto de la Estatización de la deuda privada), destinado a favorecer a los grandes empresarios nacionales (Techint, Loma Negra, Ledesma, etc.) y hacer sustentable en el tiempo la dominación por parte de los organismos multilaterales de crédito .
Esto, estuvo acompañado de una fuerte represión, que buscaba eliminar todo tipo de oposición política e ideológica. Represión que se llevó a cabo a partir del secuestro sistemático de jóvenes militantes, obreros sindicalizados, estudiantes, artistas y profesionales comprometidos con los intereses del pueblo, torturándolos para sacarles información, quitándoles a sus hijos (dándolos en adopción a familias de militares robando sus identidades), y luego asesinándolos con el objetivo de anular el gran protagonismo que caracterizaron a la juventud y los sectores obreros de los 60 y 70, condenándonos al autismo social que, aun hoy, nos caracteriza, dejándonos sin una clara proyección hacia el futuro; autismo al que hoy debemos combatir con mucha participación, con mucha solidaridad hacia los sectores excluidos y buscando mejorar el futuro de nuestro país y su pueblo.
A 32 años del golpe militar de 1976 Es importante saber que este hecho no solo dejo 30.000 desaparecidos, sino también muchas fabricas cerradas por una política de entrega, perdida de millones de puestos de trabajo, la desaparición de una cultura nacional. Hoy son muchos los que pueden desaparecer en nuestra sociedad a través de la exclusión, el consumo de drogas, la violencia, la pobreza, la falta de educación, salud y otros factores que ponen en riesgo la vida de miles de argentinos. Estas son algunas de las muchas consecuencias que dejo el golpe de estado y una política neoliberal empecinada en continuar contribuyendo a las desapariciones.
Hace 5 años el país comenzó a desandar el camino emprendido hace 32 años, la revisión de los planes de estudio de las FFAA, la recomposición de la distribución de la riqueza a favor de los trabajadores, el descenso de la pobreza, el desempleo y la indigencia, la nueva Ley de Educación Nacional, la Ley de Financiamiento educativo (que lleva del 4 al 6% del PBI a la coparticipación educativa), etc son muestras de esto. Desde que se derogó la ley de Punto Final y Obediencia Debida se vienen realizando los juicios a la verdad, impulsados por el Estado y los organismos de derechos humanos, lo que permitió la detención de militares y policías torturadores responsables de crímenes de lesa humanidad, como los casos de Miguel Osvaldo Etchecolatz y Christian Von Wernich, condenados a cadena perpetua.
NI OLVIDO, NI PERDON…tenemos que construir todos juntos el país por el que mucha gente lucho y soñó…Hay que defender nuestros derechos, reclamándolos y haciéndolos valer día a día, impulsando una nueva cultura política que no incluya los viejos métodos clientelares, y esté atravesada por una fuerte convicción de cambio y transformación social, con fuerte protagonismo juvenil y popular.
Hay que ser sujetos activos en la construcción de un país con equidad social y económica.
Por eso digamos NUNCA MÁS.
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